viernes, 11 de septiembre de 2015

BIG ONE. CAP 32

Hasan estaba delante de una gran pantalla de ordenador ante lo que parecía un panel de control con informaciones e imágenes.

- Son historiales clínicos, el panel sigue el mismo patrón que el del hospital. Dijo mientras iba pasándolos.

- ¿Cómo has entrado ahí? pregunté.

- Con una clave del hospital "of course". Dijo Hasan orgulloso.

- No hace falta que pregunte como la conseguiste.

- Ah! fácil, una tarde por urgencias y un poco de atención. Pensé acertadamente que nos podría ser útil. Volvió a atender al ordenador.

- Fijaos, sólo hay pruebas de imagen, ni un análisis, ni radiografía ni nada. Dijo Hasan.

- Sí, como una especie de escáner cerebral.

- Es un SPECT concretamente -dijo Héctor- fijaos en los colores, siguen un patrón de "antes y después"

- Explícate. Pedí.

- Los escáners son esencialmente iguales, lo que demuestra que son de la misma persona excepto en un detalle.

- ¿Cual? Preguntó Mendoza igual de intrigado. Héctor alargó el dedo.

- ¿Ves esta zona del cerebro? En el segundo escáner brilla.

- ¿Anda es verdad! Dije con toda mi ingenuidad.

- Eso es una inducción.

- ¿De qué hablas Héctor? Pidió Mendoza.

- De que les han estimulado esta área del cerebro con una intención concreta.

Seguimos todos en silencio por lo que Héctor continuó.

Teniendo en cuenta la zona del cerebro yo apostaría que intentan controlar su voluntad.

- ¿Cómo pueden hacer eso Héctor? Pregunté yo. Todo me parecía terriblemente irreal.

- Con un campo magnético Fran. El que yo captaba cada vez que pasaba cerca del edificio.

- Y el que te hizo pedirnos entrar. Dijo Hasan. Héctor asintió.

- ¿Cómo podías captarlo desde el exterior Héctor? Pregunté.

- Muy sencillo Fran, simplemente porque estaba en la misma longitud de onda que mi cerebro más profundo. Yo soy electrosensible, una cualidad muy difícil de explicar pero que tengo ya grabada en mis genes.

- Y en tu brazo. Dije señalando el tatuaje de su muñeca derecha. Coincidía totalmente con el dibujo del panel.

- La misma que se utilizaba en las ceremonias del Hunab Ku. Dijo Mendoza.

- Hace unos meses empecé a notar unas pulsiones dentro de mí. Hacía como que no existiesen pero al final vi que eran reales y que coincidían con las que mi abuelo, el último sacerdote de la familia antes que yo, me había contado. No tardé en relacionarlas con este edificio y no estaba equivocado.

- ¿Pero si lo sabías seguro porque no lo explicaste desde el principio?

- No estaba seguro del todo, no lo percibía con claridad y a veces ni lo percibía, algo lo interfería y ese algo era el campo magnético del láser externo. Ahora todo cuadra.

- Y tanto que cuadra -dijo Hasan que seguía leyendo el ordenador- Mirad esto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario