viernes, 30 de octubre de 2015

BIG ONE. CAP 39

Subía las escaleras a toda velocidad pero ¿hasta dónde? mis compañeros no podían andar lejos. Al llegar a la planta -2 apunté la linterna y miré por el ojo de buey de la puerta, todo estaba oscuro. "Aquí no pueden estar" pensé para mí. Seguí hacia arriba, si entraba en la -1 al menos podía ir hacia el hall central y de allí a la zona cero. Miré por el ojo de buey nuevamente y en ese momento justo pasó, ¡la linterna había enfocado un rostro a menos de un palmo de la puerta! Caí hacia atrás y me quedé sentado en el suelo paralizado ¡Me había visto seguro! Mi corazón galopaba a toda velocidad. Volví a bajar, al principio arrastrándome y después a más velocidad. Tenía las piernas agarrotadas, casi no me respondían, como en los sueños en que intentas correr y no puedes. Oí como la puerta del -1 se abría y entré como lanzado por un resorte en la planta -2. Corría por el pasillo agarrado a la pared sin querer mirar atrás, La puerta del -2 se abrió también. El golpe seco con el que se cerró denotaba que quien había entrado tenía prisa. Entré en uno de los bloques de urgencias, al pararme noté el sudor que empapaba todo mi cuerpo, fue entonces cuando me acordé de los walkies.
¡Tenía que reaccionar rápido!

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