sábado, 30 de enero de 2016

BIG ONE. CAP 49

Mendoza y Héctor llegaron a la zona cero a la carrera.

- ¡Joder, vaya susto me habéis dado!

Perdona Hasan. Dijo Mendoza antes de desplomarse al suelo.

- ¿Os ha seguido alguien?

Héctor se encogió de hombros.

- ¿Mendoza, cómo estás? preguntó Hasan acercándosele. Mendoza estaba completamente estirado en el suelo, su gesto era de mucho dolor, a pesar de lo cual esbozó una leve sonrisa.

- Estaría mejor sin la pierna la verdad.

- Déjame ver. Dijo Héctor ante la incredulidad de sus dos compañeros.

Empezó a tocarle la rodilla, al principio Mendoza gritaba pero después parecía no dolerle las manipulaciones a las que le sometía Héctor. Su placa del antebrazo brillaba con fuerza.

- Espero que ahora estés mejor amigo. Dijo Héctor.

- Sí, sí, no me duele ni la mitad ¿Cómo lo has hecho?

Héctor sonrió.

- Mi madre es un poco curandera.

- ¿Qué te pasa Héctor? Preguntó Hasan entre extrañado y asustado.

- No lo sé. No sabría como explicártelo. Dijo tímidamente.

- Yo sí. Dijo Mendoza que ya llevaba rato observando los cambios de su amigo.

- Poderes, están apareciendo tus poderes Héctor. El Hunab Ku.

- ¿Y Fran?

viernes, 22 de enero de 2016

BIG ONE. CAP 48

Entré de golpe en uno de los boxes, concretamente en el que habíamos estado inspeccionando Hasan y yo, no había donde esconderse así que me tumbé en la camilla y me cubrí con las sábanas. No tuvieron tiempo de verme, si algo había aprendido aquella noche era a moverme como una serpiente. El Fran que había entrado simplemente ya no existía. A fuera, se oía el movimiento, eran más de uno, no se oían voces, iban abriendo puertas en el otro lado. Yo estaba rígido, respiraba rápido y sudaba a mares, me mantenía aplastado contra la colchoneta para no abultar lo más mínimo, por suerte, las sábanas eran grandes y dobles. Miré hacia abajo para cerciorarme que todos los centímetros de mi cuerpo estaban cubiertos y me acerqué al borde superior de la camilla, estaba hecho un manojo. Si levantasen la sábana me tiraría al suelo e intentaría huir por debajo, una quimera. En aquel momento una imagen me horrorizó, sobre la sábana verde se proyectaba una tenue luz que la traspasaba ¡con las prisas me había olvidado de apagar la linterna! En aquel preciso instante la puerta del box se abrió con un gran estruendo. Me tumbé sobre la linterna instintivamente y dejé de respirar. Pude oír como aquel hombre, o lo que fuese, caminaba por el box, de golpe, puso la mano bruscamente sobre la parte inferior de la camilla pero sólo tocó colchoneta, levantó la primera sábana y yo retraje mis piernas como un muelle.
Me quedé encogido como un feto, ya no tenía escapatoria.

jueves, 14 de enero de 2016

BIG ONE. CAP 47

El teléfono negro sonó de nuevo.

- ¿Novedades?

- No se lo creerá jefe.

- Prueba.

- Ellos tienen un batab.

Se hizo un silencio durante varios segundos.

- Repite.

- ¡Tienen un batab jefe! un inducido. Con capacidad de control sobre nuestros celayots.

- Suena increíble.

- Lo sé pero ha bloqueado su avance en una ocasión y nuestro alfa ha tenido que actuar ¿Qué hacemos?

- Lo previsto, no hay cambio de planes, uno sólo no podrá con los nuestros.

- Ok jefe, pero alfa tendrá que estar más encima.

- Sí claro. Mantenme informado.

- Lo haré.

Dejó el teléfono al lado del ordenador ¡Un inducido! era increíble, pero ¿cómo?
¡Por eso habían entrado!
"¡Joder un batab, Fuck. fuck, fuck!" Gritó antes de pegarle una patada a la mesa y derramar todo el coñac.
Se levantó de la silla y volvió a entrar al salón de la casa, necesitaba otra copa.

viernes, 8 de enero de 2016

BIG ONE. CAP 46

¡Me había dejado la bolsa de los walkies sobre el mostrador! justo en el momento que los fantasmas iban aproximándose. Pero no tenía alternativa, a gatas me acerqué de nuevo al mostrador, lo rodeé por fuera desde la parte posterior y cuando creí estar a la altura de la bolsa me detuve.
En ese preciso momento se abrió la puerta del pasillo que tenía delante de mí.