viernes, 15 de abril de 2016

BIG ONE. CAP 58


- Deben perecer. Dijo enérgicamente la voz a través del teléfono negro.

- ¿Cómo está nuestro celayolt?

- Malherido jefe. Le clavaron un palo de suero en el abdomen.

¿Un celayolt herido! Se había acabado el juego controlado, todo entraba en una nueva dimensión.

- ¿Qué hacemos jefe? Volvió a inquirir la voz por el teléfono.

- No nos dejan muchas alternativas.

- Ninguna jefe. Casi logran huir, han atacado uno de los nuestros, saben ya demasiado. Deben morir.

Se hizo un silencio en el que miró al cielo buscando una respuesta diferente. Pero no la encontró.

- Sea.

Colgó el teléfono y entró en la casa. Cogió las llaves del coche de la mesa del comedor y se dirigió hacia el garaje.

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